Las Unidades de Dolor son organizaciones especializadas en la gestión del dolor. Más  específicamente , son  estructuras  organizativas  cuyo fin  es la integración de  actividades dirigidas a la prevención, diagnóstico, tratamiento, docencia e investigación del dolor,donde profesionales con conocimientos y experiencia estudian y valoran en una amplia dimensión los problemas de dolor rebelde y plantean la estrategia para su control.

La primera Unidad  de  Dolor  Crónico fue  creada  en 1960  por  el Dr. J. Bonica cuando fue nombrado jefe del servicio de Anestesiología en la Universidad de Whasington (Seattle). Debido  a la  toma de conciencia de la dificultad en el manejo del dolor adoptó un carácter multidisciplinar  -  dentro  de ella  trabajaban de  forma conjunta   especialidades como Anestesiología,  Neurología, Psiquiatría y Cirugía Ortopédica1

En la práctica asistencial, la introducción de estas organizaciones  se ve dificultada por la gran variabilidad entre los centros hospitalarios en su tamaño, complejidad, volumen de procedimientos  y población de pacientes. Tanto es así que aún no está definido el modelo sanitario de atención al  dolor   con un mejor relación coste-beneficio. No obstante,   sí   se    considera  fe forma  unánime   que  para llevar a cabo este objetivo se deben tener en cuenta los siguientes principios:

  1. La atención se debe centrar en el paciente.
  2. Se debe intentar conseguir una asistencia de alta calidad intrínseca y extrínseca.
  3. La asistencia se basará en conocimientos permanentemente actualizados en el campo de las nuevas tecnologías.
  4. Se implementarán sistemas de control de calidad que aseguren la eficiencia en las áreas asistencial, docente y de investigación.
  5. Se debe conseguir que el clima de la Institución favorezca el desarrollo tanto humano como científico de los miembros que la integran.

En el caso  del DOLOR CRÓNICO   hemos de  ser conscientes   de  la  existencia  de   una  gran   variedad  de   MODELOS DE GESTIÓN DEL DOLOREn  este  sentido   , la asistencia clínica de pacientes con dolor crónico no puede ser satisfecha por la mera actuación de las unidades de dolor (UD) dando tan sólo una cobertura asistencial a través de las consultas ambulatorias. La consecución de este objetivo requiere establecer una comunicación con los pacientes que permita realizar un seguimiento de la respuesta al  tratamiento  del dolor - en especial el  farmacológico con opioides  y los procedimientos invasivos realizados de forma ambulatoria - , que favorezca  su atención en el marco de los planes de actuación del médico de atención primaria/ domiciliaria y mejore la seguridad en el manejo de los analgésicos, todo ello  promoviendo la conciliación de la medicación en todas las transiciones asistenciales y  fomentando su integración en la historia clínica digital.

 

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