Los Corticoides son FÁRMACOS ANALGÉSICOS que se administran a través de la VÍA EPIDURAL tras haberse evidenciado que la aplicación de los corticoides PERIMEDULARES producen analgesia a través de mecanismos espinales 1. En este caso, su administración por VÍA EPIDURAL permite depositar la medicación lo más cerca del área afectada disminuyendo el proceso inflamatorio responsable del dolor y evitando así los efectos indesables de los corticoides asociados a la su administración por VÍAS SISTÉMICAS .
Al igual que los OPIOIDES EPIDURALES el efecto analgésico no se asocia a un bloqueo simpático ni a una afectación motora y / o sensorial.
El uso de corticoides a través de la VÍA EPIDURALâ se ha propuesto en el TRATAMIENTO DEL DOLOR POSTOPERATORIO pero sobre todo se indica en el TRATAMIENTO DEL DOLOR CRÓNICO de dolores de espalda como el Dolor radicular lumbarâ u otras entidades clínicas en las que estén afectadas las RAÍCES DE LOS NERVIOS ESPINALES
Es importante reseñar que debido a la aparición ocasional de complicaciones graves con la administración por VÍA EPIDURAL de corticoides , algunas de ellas con resultado de lesiones neurológicas irreversibles, accidentes cerebrales e incluso la muerte, provocó una alerta de la FDA en abril 2014 en la que se solicitaba un cambio en la ficha técnica de los corticoides para incluir un aviso sobre la posibilidad de complicaciones graves aunque poco frecuentes tras la administración de estos FÁRMACOS ANALGÉSICOS . La respuesta de las compañías farmacéuticas fue la de incluir en la ficha técnica la contraindicación expresa para su administración por vía epidural (triancinolona) o en el espacio interlaminar (betametasona). Esto ha creado desconcierto entre los facultativos dedicados al que han estado utilizando estos fármacos durante años con escasas complicaciones.