Las escalas de medición del dolor constituyen una herramienta esencial  en la valoración y evaluación del dolor  debido a la necesidad  de recurrir a técnicas  que  engloben e intenten sistematizar  aspectos verbales, conductuales y fisiológicos .

Su utilización  es importante porque  :1) Una mala valoración del dolor  implica un mala decisión terapéutica y viceversa, una evaluación correcta del dolor se asocia  con a un buen  tratamiento del dolor; 2) son importantes para valor la eficacia  del tratamento del dolor 

En la  actualidad se  considera  que  existen  2 tipos de  escalas en función  de  si es o no es el propio paciente el que nos informa acerca de su dolor  : 1)  las  escalas subjetivas del dolor  ;  2)  las  escalas objetivas del dolor

La subjetividad del concepto de dolor y las variaciones interindividuales ha hecho que, para la evaluación de la intensidad del dolor, se recomiende el uso de escalas de dolor unidimensionales como la Escala de Escala Numérica (NRS), la Escala de Puntuación Verbal (VRS) o la Escala Analógica Visual (VAS). 

Cabe  reseñar :

1) La forma más común de medir el dolor consta de una única pregunta en la que se pide a los pacientes que aporten una valoración en una escala que puede ser visual-analógica (VAS) o categórica, ya sea verbal o numérica. Las VAS han mostrado sensibilidad para detectar el cambio en el dolor tras recibir un tratamiento 1, y presentan buena fiabilidad test-retest 2. No obstante, las VAS presentan algunas dificultades: a) lleva más tiempo extraer la puntuación que en las categoriales; b) es una medida de papel y lápiz y es difícil para pacientes con lesiones cerebrales o medulares, entre otros; c) es más compleja su comprensión que las categoriales. Las escalas verbales, tiene el problema de establecer pocos niveles, por lo que son menos sensibles a los cambios. Las escalas numéricas con muchos niveles de respuesta permiten la detección de pequeñas variaciones en niveles de dolor; además son sensibles a los cambios en las terapéuticas 3, presentan buenos niveles de validez 4 y fiabilidad test-retest 5. Una ventaja es que se puede administrar oralmente y es más adecuado en pacientes con dificultades motoras.

Tabla I Escalas más utilizadas para la valoración del dolor  6

Figura1. Escalas subjetivas del dolor

 

Ejm

  1.  Escala Visual analógica 

2) En todos los casos , los métodos utilizados para evaluar el dolor deben de cumplir 2 premisas : a) Fiabilidad (error de medida que puede cometerse al utilizar un instrumento determinado); b)  Validez (capacidad de un instrumento de evaluación para conseguir el objetivo que pretende).

3) Previamente al uso de estas escalas es necesario que el paciente entienda el significado y contenidos del cuestionario o de la escala, y su utilidad como herramienta de evaluación en la evolución de su sintomatología y en su aplicación para la toma de decisiones terapéuticas. El paciente ha de estar en condiciones cognitivas adecuadas que garanticen su capacidad para colaborar. El lenguaje ha de estar en concordancia con el nivel cultural del paciente y el médico valorador ha de puntuar sin interferir ni juzgar.

4) Junto con las escalas, son de uso habitual los cuestionarios. Entre ellos destacan por su uso habitual: el Cuestionario de Dolor de McGill (MPQ) 7, Cuestionario de Dolor en Español (CDE) 8, Cuestionario de Afrontamiento ante el Dolor crónico (CAD) 9, Cuestionario DN4 (DN4) 10, , 11 Inventario Multidimensional del Dolor de West Haven-Yale (WHYMPI) 12, Test Lattinen 13, Cuestionario Breve del Dolor (Brief Pain Inventory) 1415,  Escalas de valoración del dolor neuropático 16: The LANSS Pain Scale, The Neuropathic Pain Questionnaire (NPQ), Pain DETECT (la comparativa de los mismos se muestra en la Tabla II)

Ejm 

  1.   Cuestionario   breve para la evaluación del dolor   ( BPI  ) 
  2. Cuestionario DN4 ara el diagnóstico   de dolor neuropático 

Tabla II Cuestionarios/Instrumentos de Valoración del dolor 

La elección de la escala adecuada depende de la situación clínica y los objetivos de la valoración. En cualquier caso, la valoración del dolor es esencial para proporcionar una atención médica de calidad y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Bibliografía

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  8. Cuestionario del dolor en español: resultados de su empleo sistematizado durante el periodo 1990-93. , por Ruiz López R, Pagerols M, Collado A. en Pain Vol. 11S , año 1993
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  14. Validation of the Spanish version of the Brief Pain Inventory in patients with oncological pain. , por Badía X, Muriel C, Gracia A, Núñez-Olarte J, Perulero N, Gálvez R, et al. en Med Clin (Barc). Vol. Jan 25;10(2): , en las páginas 52-9. , año 2003
  15. Validation of the Short Form of the Brief Pain Inventory (BPI-SF) in Spanish Patients with Non-Cancer-Related Pain. , por de Andrés Ares J, Cruces Prado LM, Canos Verdecho MA, Penide Villanueva L, Del Valle Hoyos M, Herdman M, Traseira Lugilde S, Velázquez Rivera I. en Pain Pract. Vol. Sep;15(7) , en las páginas 643-53. , año 2015
  16. NeuPSIG guidelines on neuropathic pain assessment. , por Haanpää M, Attal N, Backonja M, Baron R, Bennett M, Bouhassira D, Cruccu G, Hansson P, Haythornthwaite JA, Iannetti GD, Jensen TS, Kauppila T, Nurmikko TJ, Rice ASC, Rowbotham M, Serra J, Sommer C, Smith BH, Treede RD. en Pain. Vol. Jan;152(1) , en las páginas 14-27 , año 2011

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